¡MAMÁ YA NO QUIERO LEER!

Columna de opinión: Bendita lectura







Año 2015, la tecnología continúa evolucionando y facilitándonos la vida a tal punto que respirar sería nuestro único trabajo. Pero también tenemos claro de sus desventajas y consecuencias negativas que está teniendo en la sociedad. Lo aceptamos pero siendo sinceros, es más fácil amoldarnos.

No estoy en contra de la tecnología (como algunos), considero que es un medio útil pero que como todo debe tener límites. Por ejemplo, hace unos días fui con mi familia a cenar a un restaurante y al llegar en lo primero que me percaté fue en las personas de una mesa aledaña a la nuestra. Imagen textual: Cuatro personas de entre 17 y 30 años sentadas con el móvil en la mano, enfrascadas en un mundo que les permitía disociarse de su realidad. El móvil se convertía así, una vez más, en una barrera invisible entre las personas, en una burbuja que les permitía distanciarse del resto y no comunicarse.

Pero más allá de eso, el gran problema que tengo con la tecnología va en la relación a la lectura. Nací en una generación donde los videojuegos y el internet comenzaban su gran apogeo dejando de lado hábitos y/o hobbies como el caminar, el realizar actividades al aire libre, escribir y lo más importante en mi caso, el leer.

Como siempre no voy a meter a todos en el saco, hay un gran porcentaje de lectores, entre jóvenes y adultos, pero por experiencia propia vivo con la ilusión de un mundo donde todos podamos y sobre todo sepamos leer.
Lo sé, comprar un libro nuevo hoy por hoy es un lujo, en la mayoría de colegios te obligan a leer textos aburridísimos, no apropiados para la edad ni el entorno. A mi hermano el gran Sebastián le dieron una lista de libros que debía leer y el primero fue la popular obra “Mi planta de naranja-lima” la cual no considero un libro malo, las críticas siempre serán subjetivas en todos los aspectos. Sin embargo en este caso fue una mala experiencia para mi hermano, se quedaba dormido en medio capítulo, lo leyó y vio la película, conocía la historia y sus personajes pero al preguntarle sobre ella sus respuestas eran mecánicas, sin pasión ni interés por lo leído.

Yo también pasé por lo mismo, leer por obligación puede resultar traumático y hasta  logre que odies esta maravillosa actividad que recién llegué a apreciar y a enamorar a los 17 años, con un libro que me marcó la vida. Y en esa búsqueda del libro que lograra despertar esas mismas sensaciones he llegado a crear un hábito por la lectura de la cual estoy orgullosa. Y eso quiero para mi hermano que como tú le pedía a mamá ya no leer más. Lo mio va más allá de un gusto, si bien todo lo que leo no me gusta, el placer de tener entre mis manos una nueva historia es mi aliciente. Por eso siempre invito a las personas a leer lo que quieran, sin importar autores o estilos.

¿Por qué leer? (Según yo)

 Para mejorar nuestra comunicación y la conversación, tener opiniones claras de lo que es justo, de lo político, de lo cultural, de lo social y de la vida misma.

Yo creo que los libros bien leídos, por lo tanto comprendidos cambian ciertos comportamientos y crean nuevas personas. 

Genera empatía. 

Así como el cuerpo necesita ejercicio, la mente también y la lectura te permite eso. Mantenerte activo creando la posibilidad en la mayoría de casos no solo de absorber una historia, sino que la vas a interpretar, o reinterpretar. 

Conectarte emocionalmente con lo desconocido. 

- La maravillosa experiencia de perderse en mundos sin GPS ni guías turísticos. 

Conocerte y crear una identidad personal. 

- Para enamorarte o enamorar.

- Para odiar.

- Para reír.

- Para llorar.

- Para gozar. 

Le das vida a la mente y el cuerpo.

- Por entretención u obligación si aprendes a leer crearás ese hábito tan codiciado y necesario por la lectura.

La lista es larga, ¿sigo?

Lo dejamos para otro capítulo, pero para aquellas madres o padres de familia que no saben cómo hacer que sus hijos aprendan a leer, no todo es culpa de ustedes, el gobierno y la sociedad también tiene bastante culpa, pero de a poco y de a pocos podemos ir cambiando eso. Tomen en cuenta lo que Daniel Penac, un autor francés dice: Hay dos verbos que no se pueden manejar en imperativo: UNO ES AMAR Y OTRO ES LEER.

A leer, a leer y a leer (no es obligación pero hágase ese favor).

PD:Atentos al twitter de Contexto: https://twitter.com/ContextoAgencia donde publicaré el nombre del fanfic que escogí para leer.



SOBRE EL AUTOR DE ESTA COLUMNA
Ñusta Andrea es creadora, directora y redactora en Contexto; estudiante de psicología; amante del arte, la escritura, el póquer, el vino y el mate. Considera que describirse es limitarse pero te invita a que todos los miércoles la conozcas un poco más a través de su mayor vicio: la lectura. "Mi pasado no fue menor, el futuro es incierto y mi presente es como la poesía rebelde: Insolente, con miedos, con sueños y sin límites".


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