Colaboración enviada por: Ángela Morales
“…Hasta que
finalmente entendí que la belleza no es algo que yo pudiera adquirir o consumir,
era algo que simplemente tenía que ser. Y lo que mi madre quería decir cuando
dijo que no se puede comer la belleza, es que no puedes depender de cómo luces
para sostenerte. Lo que realmente nos sostiene, lo que es fundamentalmente
hermoso es la compasión, para ti y para los que te rodean. Ese tipo de belleza
inflama el corazón y encanta al alma…”